"Cada vez que una lee de una bruja tirada al agua, de una mujer poseída por los demonios, de una curandera vendiendo hierbas y aún de la madre de un hombre célebre pienso que estamos en la pista de un novelista, de un poeta abortado, o una Jane Austen muda y sin gloria, una Emily Bronté rompiéndose los sesos en el páramo o recorriendo con desolación los caminos, trastornada por la torura de su genio. Me atrevo a adivinar que Anónimo, que escribió tantos poemas sin firmarlos, era a menudo una mujer."
Virginia Woolf "Un cuarto propio"
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Este es un Salón de Té, un lugar frecuentado por damas y caballeros, por lo tanto demostremos buenos modales y educación.